La danza oriental es una de las danzas más antiguas, y ha sido creada por y para las mujeres. Es una danza ancenstral que las sacerdotisas bailaban en los ritos de la fertilidad, y los movimientos se usaban para ayudar en el trabajo de parto, el postparto, o simplemente para hacer florar la esencia femenina y hacer fluir la energía creativa que cada mujer lleva dentro de sí. En los partos las mujeres bailaban alrededor de la mujer que estaba pariendo para ayudarla a realizar los movimientos de la danza del vientre y así facilitar el parto.
En la danza se fortalece todo el cuerpo, pero el mayor movimiento se centra en la cadera y la zona pélvica. Esto nos ayuda a relajarnos, mantener una buena postura con al pelvis levemente hacía adelante quitando la carga del sacro y los lumbares, aliviar el dolor y fortalecer y mantener elástica toda la zona de la pelvis, tan importante para el nacimiento del bebé.
Conectamos con nuestros cuerpos, nuestra femineidad, nuestra pelvis de dónde nacen todas las ideas que creamos. Aprenderemos los pasos básicos y la técnica necesaria para usar la danza como idioma de expresión y sacar los beneficios que trae consigo los movimientos lunares y solares para el cuerpo femenino.
Algunos beneficios para la mujer:
• Ayuda a regular el ciclo menstrual al mismo tiempo que reduce dolores y síntomas premenstruales.
• Mejora la postura, la coordinación, el equilibrio y el tono muscular
• Se fortalece la pelvis, evitando y mejorando incontinencias urinarias
• Mejora la autoestima, empezamos a valorarnos y querernos como mujeres, nuestros cuerpos y su belleza.
• Hace crecer nuestra creatividad, imaginación y poder femenino. Es un baile que valora la capacidad de la improvisación
En el embarazo:
• Fortalece la zona pélvica, los músculos de la espalda, abdomen, vientre… todos ellos grupos de músculos importantes para poder cargar con el peso del bebé y para el trabajo de parto.
• Entre contracción y contracción diferentes movimientos nos ayuda a relajar el útero, haciendo su trabaja más eficaz en la siguiente contracción.
• Nos ayuda a respirar, relajarnos y manejar el dolor
• Conectar con nuestro bebé y vivir un embarazo y parto consciente. Los sentidos del bebé se están formando y la danza se convierte en un sinfín de estímulos para el bebé. La música, los movimientos que son como un masaje y estimula el tacto, el sentido del equilibrio... para no hablar de las endorfinas de la mamá y la sangre oxígenada que le llega a través de la placenta.
Siempre me gustó la estética de la danza oriental, pero tengo que decir que practicarla embarazada es ,además de hermoso, un placer para mi bebé para mi
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